¿Qué relación tiene o puede tener una escort con sus padres?
¿Qué relación tiene o puede tener una escort con sus padres?
Esta cuestión de los padres es también la que atormenta a muchas chicas que deciden ejercer. Si sus padres son cerrados de mente, intolerantes y moralistas, está claro que hacerles participar en lo que ellos nunca aceptarían significaría hacerles sufrir, y por eso muchas chicas no evitan confesarse. Otras, como yo, quizá por haber crecido en ambientes culturalmente diferentes y más "abiertos" sexualmente, no tienen ningún problema en revelar a sus padres lo que hacen. Ser Escorts Y Putas en Ciudad de Mexico es jugarse el cuerpo, la mente y la dignidad. Esto no pertenece a nuestros padres, sino a nosotras y a nadie más. Es nuestro patrimonio que podemos gastar o con el que podemos jugar como queramos porque las consecuencias de nuestras elecciones sólo recaerán sobre nosotras. Hay padres que no entienden esto y otros que, aunque estén preocupados y aunque desaprueben estas elecciones nuestras, consiguen entenderlo y, por supuesto, que lo confesemos o no depende enteramente de ellos.
Pero, ¿nos llamamos a menudo "escort", un término más cortés y cortesano, para huir del término más concreto y llano de "puta"?
Cuando le digo a la gente que he sido "puta", muchos me dicen que no debería utilizar ese término porque es feo. En cambio, creo que todo lo que se utiliza para distinguir algo no es ni bonito ni feo, pero el juicio que hacemos sobre los términos es indicativo de cuál es nuestra escala de valores. Si hablamos de palabras 'feas' o 'bonitas', considero peor 'hipócrita' que 'puta', ya que, al igual que puta o zorra, 'puta' no me ofende puesto que sólo es un sinónimo de prostituta que, al menos desde mi punto de vista, describe una condición que no es indigna. Quien se autodenomina escort y no puta, o dice que no ha frecuentado putas sino escorts, sólo está endulzando una píldora que considera demasiado amarga porque piensa que es vergonzoso ser prostituta o putero. Y todo esto denota hipocresía además de una grave dificultad para aceptarse a sí mismo.